Querida hija Uno de los momentos más hermosos de mi vida fue tenerte en mis brazos por primera vez. Cuando vi tu pequeña carita y tus ojos sentí que estaba frente a una inmensa responsabilidad, sentí miedo, no te lo voy a
Querida hija Uno de los momentos más hermosos de mi vida fue tenerte en mis brazos por primera vez. Cuando vi tu pequeña carita y tus ojos sentí que estaba frente a una inmensa responsabilidad, sentí miedo, no te lo voy a
Dicen que lo último que se pierden son las esperanzas, pero yo siempre dudé de este hecho. A veces la vida te manda todas las tareas difíciles seguidas, para que puedas aprender rápido todas las lecciones pero en el camino aceptamos la